Además, con motivo del otoño, que parece que por fin se nos ha venido sobre las cabezas, el frío se nos mete en las orejas y el agua en el cogote. Por eso, en nuestro cole nos hemos puesto manos a la obra para calentarnos un poco las manos, lo mejor, un puñadito de castaña asadas. ¿Hay algo más típico de estas fechas? ¿A quién no le apetece un cartuchito de castañas después de estos días de lluvia y viento?
¡Umumumummmm qué buenas!
Bueno, los dedos tiznados de carboncillo, y las uñas un poco sucias... pero vaya si merece la pena.
